viernes, 10 de febrero de 2012

Comenzó el juicio por la verdad del caso Moreno

Ayer por la tarde se presentó el tribunal que juzgará a los responsables militares y civiles del asesinato del abogado Carlos Moreno.
Hoy viernes, por la mañana, comenzaron las declaraciones de algunos testigos que se prestaron para llevar adelante el juicio que pretende condenar a los culpables.
En primera instancia, antes de las 9 de la mañana, la señora Susana Mabel Lofeudo, viuda de Moreno, brindó testimonio ante los jueces.

Antes de comenzar, la defensa pidió que Papalardo y Tomassi se retiraran del tribunal acusando problemas de salud, mientras que en la sala permanecieron Ojeda y los hermanos Méndez.
En su declaración, Lofeudo relató cuestiones de índole familiar, a veces con detalles y recordando su relación con "el negro", los valores y la lucha que llevó adelante para defender a los trabajadores. Asimismo, recordó que a su marido "lo habían fichado" por ir contra la política de la patronal y hasta dió nombres de quiénes sabían de su desaparición y destino en La Huerta de Tandil.
Emocionada, relató que un tal Jack, trabajador de una fábrica, el 29 de abril había visto cómo dos hombres armados arrastraron a Moreno hasta un Renault 12 dándose a la fuga. Desesperada, Susana pide ayuda que le es negada.
Uno de los primeros días de mayo, Susana se entera de la muerte de su marido a través de un comunicado de Radio Colonia de la ciudad de Olavarría -ciudad de la que era oriundo Moreno y donde decidieron construir la familia- donde anuncian un "enfrentamiento armado contra un subversivo" al asesinato del abogado y militante peronista.
A partir de allí fue hostigada por un teniente vecino llamado Verdura, por militares y policías. Posteriormente le allanan y clausuran la casa por supuesta "tenencia de armas" que jamás encuentran. El 23 de mayo de 1977, Susana recurre a la morgue de La Plata donde, por orden y desprecio de Camps, reconoce el cuerpo que presentaba golpes y signos de tortura.
A través de los años, Lofeudo logra reconstruir el asesinato de su marido, llevado a cabo el 3 de mayo de 1977 en la chacra de los hermanos Méndez. El abogado había logrado escapar de sus victimarios pero tras recorrer unos metros y solicitar ayuda, Ojeda lo captura y reintegra al cautiverio. Se presume que en aquel momento lo ultimaron.
Ya en democracia, Susana accede a la chacra con la intención de sacar fotos y presentar la causa. La investigación es opacada, años más tarde, por las leyes de obediencia de vida y punto final.
A partir del 2008, en la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia, Susana busca que los asesinos de su esposo sean condenados a prisión perpetua y común. Un claro día de justicia.

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